

En tiempos de Roma y de hecho hasta hace pocos años, la manera más usada para encender fuego era por medio de un chisquero, una pieza de acero con alto contenido de carbón con la que se golpeaba una piedra de sílex, haciendo saltar chispas.
En tiempos de Roma y de hecho hasta hace pocos años, la manera más usada para encender fuego era por medio de un chisquero, una pieza de acero con alto contenido de carbón con la que se golpeaba una piedra de sílex, haciendo saltar chispas. Con esas chispas se encendía algún material seco como por ejemplo fibras vegetales, y luego se iban añadiendo materiales más grandes hasta lograr el tamaño de fuego deseado. El kit se compone de un chisquero de acero, una piedra de sílex y una madeja de esparto todo ello guardado en una bolsa de lino.